Medidas que puedes tomar para frenar la conducta melindrosa
Hay dos factores que podrían contribuir a que tu niño sea melindroso para comer: su ambiente y, obviamente, su comida. ¡Hay muchas cosas que puedes hacer!
He aquí algunos consejos que pueden implementarse de inmediato para ayudar a frenar la conducta melindrosa de tu niño:
- Marca el tono
- Para crear un ambiente tranquilo durante las comidas, apaga la televisión.
- Ofrécele una bandeja poco complicada limitando la cantidad de tazones, cucharas y tazas. Tener demasiadas cosas a la vista puede resultar abrumador y podría perder su interés en comer.
- Usa objetos familiares en la mesa: ver el mismo babero, el mismo tazón y utensilios es reconfortante para tu niño pequeño.
- Siéntense en la mesa para comer en familia e incluyan a tu niño en la conversación.
- El apetito de tu niño varía de una comida a otra y de un día a otro. No te inquietes demasiado si no consume la cantidad que crees que necesita. Demuéstrale que respetas sus señales de hambre y de satisfacción.
- Evita presionar a tu niño para que coma. Tu papel es decidir qué alimentos ofrecerle y cuándo ofrecérselos, pero permite que tu niño decida si quiere comer y cuánto quiere comer.
- Incluye un alimento al que esté acostumbrado en cada comida y luego permite que decida si quiere probar los otros alimentos que se encuentran en su charola.
- No prepares una comida por separado: podría fomentar que continúe con este tipo de comportamiento a la hora de la comida.
- Sírvele porciones más pequeñas (de 1 a 2 cucharadas): las porciones más grandes podrían abrumarlo.
- Dale tiempo para masticar, tragar e incluso jugar un poco con un nuevo alimento. Jugar con los alimentos es una manera de conocerlos. Apurarlo hace que el proceso de comer sea menos divertido y provoca estrés.
- ¡Acepta el desorden! Hará que la experiencia de la alimentación sea más placentera tanto para ti como para tu hijo. Permítele explorar, aunque haga un desorden: los niños pequeños por lo general necesitan ver, tocar, oler y probar un alimento antes de consumirlo.
- Sé paciente. Si tu niño pequeño rechaza un alimento, quizá sea solamente porque no lo reconoce. No renuncies a un alimento rechazado; trata de prepararlo de una manera diferente y ofréceselo nuevamente.
- Sírvele una variedad de alimentos saludables, y dale un buen ejemplo consumiéndolos tú misma. Si un niño ve a su mamá, papá o hermanos consumiendo un alimento nutritivo, quizá esté más dispuesto a probarlo.
- No lo sobornes con dulces. Esto le enseña que algunos alimentos son deseables mientras que otros no lo son.
- Sé realista. Es posible que a tu niño nunca le encanten la coliflor. Pero puedes ayudarle a disfrutar del placer de probar nuevos alimentos cuando estén sentados a la mesa.
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