Los primeros 1.000 días de vida - desde la gestación y hasta los dos añitos -, son claves para alcanzar un sano desarrollo físico y mental. Muchos factores influyen en esta etapa; sin embargo, la gran estrella es la nutrición.
Los alimentos que un niño recibe son la base para que mantenga una vida saludable desde la niñez hasta la vida adulta. Sí, leíste bien, los beneficios se verán reflejados incluso en su futuro. ¡Por eso importa cada bocado que le des al inicio de su vida!
¡Cuidados por dos!
El organismo del niño tiene necesidades nutricionales que obtiene de la madre durante el embarazo y luego, a través de la leche materna. Por tanto, es crucial que la madre tenga una dieta balanceada y realice ajustes en su alimentación. Así como amamantar a su bebito por los primeros 6 meses de vida, como lo recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Luego de los 6 meses, la madre debe incluir alimentos complementarios en la dieta de su niño. La calidad y cantidad de proteína que reciba el niño influirá en procesos como el crecimiento del cuerpo, los músculos y el cerebro. También reduce el riesgo de desarrollar alergias y sufrir sobrepeso.
Sigue estos consejos que permitirán que tu hijo/a mantenga una vida saludable:
- Durante el embarazo y la lactancia ten una dieta balanceada que incluya todos los grupos alimenticios.
- Alimenta a tu hijo con leche materna de manera exclusiva durante los primeros 6 meses de vida, como lo indica la OMS.
- Inicia la alimentación complementaria a partir del sétimo mes. Descubre más sobre este tema aquí.
- Mantén la lactancia materna hasta los dos años de edad, como lo recomienda la OMS.
- Recuerda que durante el embarazo y lactancia siempre debes seguir el consejo del profesional de la salud y asistir a las revisiones periódicas para vigilar la salud de tu hijo y la tuya.
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