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Intenta hacer ejercicios de “bicicleta” con sus piernas para activar su pequeño sistema digestivo.
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Dale un baño calientito.
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Después del baño, dale un masaje en el sentido de las manecillas del reloj para ayudar a que se muevan sus intestinos. Lee nuestra lista sobre cómo darle un masaje a tu niño.
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Si parece que tiene cólico o que está incómodo, dale de comer poco y con frecuencia. Lee nuestra lista sobre qué hacer si tu niño tiene cólico para más consejos.
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Haz que tu niño eructe después de cada comida hasta que lo notes más cómodo.
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Haz que eructe en medio de cada toma.
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Prueba diferentes posturas para averiguar cuál le sienta mejor a tu niño. Para saber más acerca de diferentes posturas al comer, revisa nuestra lista de cómo ponerte cómoda.
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Si tu niño tiene cólico o está molesto, cárgalo en posición vertical, tal vez en una cangurera o silla portaniños: con 15 minutos es más que suficiente.
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Si está estreñido, dale agua hervida y fresca entre cada toma.
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Si tu niño no consume leche materna exclusiva, habla con tu profesional de la salud si crees que tu niño podría estar teniendo una reacción a cierto tipo de leche.
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Lee las soluciones para problemas de pancita para ayudarte a llegar a la causa del malestar en la pancita de tu pequeño.
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Habla con tu médico si te preocupa que los problemas de pancita de tu niño estén siendo causados por una enfermedad subyacente.
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Si estás amamantando, toma en cuenta tu dieta. Habla con tu profesional de la salud acerca de cómo tu dieta podría estar afectando al niño.
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Habla con tu médico si te preocupa que tu niño pueda ser intolerante a la lactosa. Lee sobre los síntomas de intolerancia a la lactosa aquí.
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Considera si tu niño podría tener frenillo. Algunos niños nacen con frenillo y si este no recibe tratamiento afectará su alimentación.
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