El poder de los cuentos cortos

Un cuento nos hace volar la imaginación, conocer mundos fantásticos y… ¿por qué no? disfrutar otra vida a través de los zapatos de personajes increíbles.

Si bien leerle un cuento a tu pequeñín puede ser una gran manera de entretenerlo, los beneficios detrás de un relato son muchos más de los que crees. 

¡Cuentos hasta en el vientre!

Leerle a tu pequeño desde que está en la pancita es un lindo hábito que ayuda a enlazar vínculos afectivos. Está comprobado que durante el tercer trimestre, los bebés son capaces de reconocer la voz de su madre. Pero los beneficios no se limitan a estrechar la relación madre-hijo, sino que las partes del cerebro encargadas en el aprendizaje del lenguaje se activan mientras le narras a tu bebé.  

Lo que bien se lee, no se olvida

¡El hábito de lectura no debe de esperar hasta la edad escolar! Enséñale desde casa esta costumbre. Contempla un ratito dentro de la rutina diaria. Es recomendable realizarlo antes de dormir, ya que es una actividad muy relajante. Ese momento de lectura antes acostarte incrementa la comunicación y confianza entre los padres y sus hijos.

¡A escuchar primero!

Narrarles un cuento fortalece habilidades sociales tan básicas como escuchar a los demás. Mientras la historia se va desarrollando, tu hijo aprende que debe ser paciente y escuchar con atención para saber cómo ésta termina.  Así le enseñarás a tu pequeño a ser una persona reflexiva y con mayor capacidad de análisis.

La empatía se aprende

¿Cómo crees que se sintió el Ratoncito Pérez? Al concluir un cuento pregúntale sobre cómo se sintieron los personajes ante una situación específica, de esta forma aprenderá a ver las cosas desde otro punto de vista. La sensibilidad ante las circunstancias de los demás permite que los niños visualicen realidades ajenas a las suyas. Además, es una gran manera a que aprendan sobre las emociones y cómo resolver problemas.

¿Y cuál fue la moraleja?

Los cuentos infantiles son grandes instrumentos para transmitir valores y… ¡hasta reforzar buenas conductas! Hay cuentos de cuentos, algunos no solo brindan diversión sino que pueden ayudar a forjar una excelente higiene, principios de convivencia, y hábitos alimenticios saludables. ¡Hay tantas lecciones de vida al voltear una página!

¡Descubre libros por edad!

Visita tu librería o biblioteca pública más cercana. No tengas miedo de pedirle ayuda al encargado, ¡ellos son amantes de la literatura y podrán recomendarte el libro adecuado para la edad de tu hijo! Con su consejo, no te abrumarás entre tantas opciones. Recuerda que el tiempo de atención de los niños varía de acuerdo a su edad; así que no te exasperes si no pudiste terminar el cuento, podrás retomarlo al día siguiente.

¡Fomenta el hábito de lectura desde edad temprana, los horizontes de tus hijos se expandirán increíblemente!