Mi sexto mes de embarazo

¿Cómo evoluciona mi hijo?

El cerebro del niño se desarrolla cada vez más: a medida que la corteza se extiende, los circuitos neuronales empiezan a establecerse. En resumen, el niño percibe las señales procedentes de sus órganos sensoriales (gusto, olfato…) y pronto podrá memorizarlos, ¡e incluso reaccionar!

El niño sigue moviéndose mucho en tu vientre. Cuando te acaricias el vientre, puede incluso responder acudiendo al encuentro de tu mano. ¡Son instantes mágicos! También empieza a reaccionar a los diversos sonidos que lo rodean, y en especial a los que vienen del exterior: la música, por supuesto, pero también tu voz, la de su padre… El niño también es muy sensible a las agresiones sonoras: así pues, es importante un entorno tranquilo.

¡Cuidado, en esta fase de desarrollo su sistema nervioso todavía es inmaduro! Evita sobreestimularlo. ¡Actúa con suavidad! Puedes susurrarle cositas, explicarle tus tareas del día, compartir tus sentimientos, ponerle música tranquila, acariciarle…

Su cuerpo cada vez tiene más aspecto de pequeño. Se va poniendo gordito, pues una capa de grasa va acumulándose bajo su piel para proporcionarle reservas para cuando nazca. Su piel está completamente recubierta de una película grasa protectora, el vérnix caseosa.

Buenos hábitos alimentarios

Ahora más que nunca, es importante que comas de todo para que el niño descubra diferentes sabores. Su aprendizaje de los sabores y los olores empieza realmente en esta fase. Las moléculas aromáticas de los alimentos que tú ingieres le llegan a través del líquido amniótico: aprovecha para compartir con él los placeres de la buena mesa… ¡con moderación, evidentemente!

Tu vientre está cada vez más redondo y quizás empieces a tener problemas para conciliar el sueño, o incluso sufras insomnio. Para contribuir a evitarlo, procura no consumir alimentos muy grasos en exceso por la noche.

La pregunta del mes: ¿cómo evitar los ardores de estómago?

El niño cada vez ocupa más espacio en tu vientre. Resultado: oprime otros órganos, y principalmente el estómago, lo que conlleva el reflujo de ácidos al esófago. Recuerda comer lentamente, dedicando tiempo a masticar. Evita los alimentos especiados. Haz comidas más ligeras, y toma una o dos meriendas al día. No olvides beber con regularidad, sobre todo entre las comidas, agua fresca pero no helada, y sin gas. Si los ardores no disminuyen, pide consejo al médico. Nunca tomes medicamentos sin haberlo consultado previamente con el médico.

Al final del 6º mes de embarazo, el niño cada vez se parece más a un recién nacido: empieza a engordar, el cabello y las uñas están formados. Tú, por tu parte, pronto entrarás en la recta final: los 3 últimos meses antes de la llegada del niño. De hecho, ¡las sesiones de preparación de parto empiezan el mes que viene!

Sonia, 28 años, embarazada de 6 meses:

"Hoy ha sido un día muy bueno: la reunión que tenía ha ido muy bien, y de vuelta a casa, la cereza del pastel, mi pareja me mira y me dice: 'pero qué guapa estás…'. Resultado: ¡estoy completamente eufórica! ¿No serán las hormonas, por casualidad?".