Para prevenir carreras y accidentes, lo más recomendable es que alistes todo antes de bañar a tu pequeño nadador. Recuerda tener a mano: una toalla limpia, su ropita, su jabón y shampoo.
También, no olvides probar la temperatura del agua antes de empezar la hora del baño. Lo más recomendable es que esté tibia. Las temperaturas extremas no son recomendables para los bebés.
Una vez que todo esté listo… ¡Al agua pato!
De arriba a abajo
Empieza el baño con su cabecita y termina con sus piecitos. En el recorrido recuerda limpiar con mucho cuidado entre los pliegues de piel de tu bebito.
¡Ay, que rico huele!
Los productos para bebés no solo tienen aromas agradables, sino que están especialmente diseñados para su piel sensible. Ahora hay decenas de opciones en el supermercado y son fáciles de conseguir.
En caso de una reacción desfavorable, es mejor que consultes a tu profesional de la salud para que te recomiende otras alternativas. ¡Hay más opciones de las que tú crees!
¿Y los asientos para el baño?
Tu bebé ya se sienta por sí solo, y te ves tentada a comprar una sillita para la hora del baño. A pesar de que parezcan cómodas, estas sillas son inestables. De hecho, la Asociación Americana de Pediatría no recomienda su uso.
Practica estos tips para que tu pequeño termine reluciente y feliz después de su baño.
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