Esta actividad normalmente ocurre entre los 7 y 10 meses de vida, cuando existe la fuerza muscular, coordinación y balance necesarios. Si bien, algunos bebés nunca llegan a gatear, una gran proporción sí lo hace y ello, funge como una antesala para sus primeros pasos. Asimismo, es una excelente actividad para estimular la motricidad, desarrollo neurológico e inclusive la visión.
Para motivar al bebé a gatear, pueden seguirse algunas recomendaciones sencillas, por ejemplo:
•Colocándolo boca abajo para fortalecer el tronco
•Al ubicar objetos llamativos fuera de su alcance
•Situando obstáculos en su camino y enseñando como sobrepasarlos
•Desplazándose a lados opuestos de un espacio, con el objetivo de fomentar la imitación
Una vez logradas las bases del gateo, con supervisión continua, puede motivarse a subir gradas de forma segura (siempre que sean anchas e idealmente alfombradas), y esto permitirá infundir mayor confianza en el bebé.
Lo esencial en esta etapa, consiste en estimular al bebé y proveer un ambiente tal, con el que pueda descubrir sus alrededores de una forma segura y estimulante. Asimismo, este momento también será uno de gran emoción para los padres, quienes podrán maravillarse con las nuevas capacidades aprendidas por sus hijos (as).
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